Que bien nos lo pasamos hoy jugando con los duendecillos del Montel, fué una tarde inolvidable, en la que nos convertimos en piratas y estuvimos buscando un gran tesoro toda la tarda. Lo más emocionante sucedió cuando tuvimos que ir a la cueva de un gran oso dormilón y gruñon. Sabíamos que allí estaba el tesoro y como eramos piratas muy valientes sin pensarlo nos dedicamos a despertarlo, cantando y bailando. Al final resultó que el oso no estaba en su escondrijo y que en su lugar encontramos un gran baúl lleno de monedas de chocolate. Mereció la pena tanto esfuerzo,porque nos lo pasamos bomba jugando con otros niños y aún por encima conseguimos tres monedas para cada niño!!!!!!
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